El origen del malestar emocional se expresa en general con síntomas de depresión o ansiedad, a veces acompañados de dolor físico. Estos malestares se originan a menudo en la no satisfacción de nuestras necesidades y en la falta de atención hacia nuestros principios. Si comprendemos esto, la pregunta que nos tenemos que hacer es la siguiente: ¿cómo hacer para brindar importancia a nuestros principios, sentirnos satisfechos y promover nuestro bienestar emocional?
La respuesta es clara. Teóricamente. Tener límites saludables nos permite expresar nuestras necesidades y nuestros principios de tal manera que podamos cuidar nuestra salud emocional. En la práctica, sin embargo, nos cuesta definir y mantener límites saludables en nuestras relaciones. Alguien puede tener una idea de lo que significa un límite saludable. Pero cuando le piden que lo explique, lo describe como “una pared”. Y termina decidiendo que no quiere límites entre sí mismo y sus amigos, familiares o su pareja.
3 PASOS PARA ESTABLECER LÍMITES SALUDABLES
En vez de pensar en una pared fija como una defensa, trate de imaginar un límite saludable como una barrera flexible que es a la vez protectora y nutritiva. En un momento tranquilo, trate de llevar a cabo el siguiente ejercicio. No sólo le ayudará a conceptualizar lo que es un límite saludable, sino que, además, lo conectará con sus principios y sus necesidades.
Paso 1: Imagine su árbol preferido: un sequoia gigantesco, un robusto roble o un cerezo en flor. El árbol es una metáfora de lo que para usted es importante.
Paso 2: Ahora imagine las raíces de ese árbol; la red de raíces bajo tierra que sostienen la majestuosidad que vemos en la superficie. Considere que las raíces son las necesidades específicas que apoyan los principios que usted tiene.
Paso 3: Finalmente, imagine la tierra alrededor del árbol, tierra que contiene el agua y el sustento nutritivo siendo al mismo tiempo el soporte del árbol. Piense en la tierra como el límite saludable que hará que sus necesidades sean satisfechas y sus principios sean tenidos en cuenta. En otras palabras, que usted se sienta apoyado.
UN EJEMPLO DE LÍMITES SALUDABLES
Usemos a Alex como ejemplo. Alex considera que es importante el poder depender (el árbol) de su socio. A fin de que este principio sea respetado, Alex necesita que su socio le comunique los cambios en las horas de trabajo (la raíz). La capacidad de Alex de dejar saber a su socio esta necesidad suya, y la capacidad del socio de satisfacer esa necesidad de Alex representan el límite saludable (la tierra). Cuando surjan conflictos relacionados con los límites, el conocimiento que Alex tiene de sus necesidades y principios los ayudará a ambos a comunicarse con flexibilidad.
TÚ ERES TU MEJOR CUIDADOR
¿Por qué razón tiene importancia este tema? Porque los límites no saludables generan abuso. Límites mal definidos facilitan la manipulación de una persona por otra. Los límites rígidos generan conductas poco claras. Este tipo de situaciones no se basan en el respeto mutuo, son riesgosas y no proveen apoyo alguno. Nos volvemos nuestros mejores cuidadores cuando tenemos conciencia de nuestras necesidades y de nuestros principios. Cuidarse significa comunicar claramente nuestros límites. Nos equipamos así para construir relaciones maduras.